Si Amas A Tus Mascotas Entonces No Fumes Cerca De Ellos

Antes de la época de los sesenta, cuando ningún estudio todavía probaba la estrecha relación entre fumar y contraer cáncer de pulmón, enfisemas y otras enfermedades, a nadie le importaba quien fumaba o dónde lo hacía.

Incluso luego de estos estudios muchos no quisieron creerlo, porque ya tenían el mal hábito de fumar o porque simplemente querían estar a la moda.

Desde ese momento se pasó de poder fumar en aviones a prohibir fumar en lugares cerrador, incluso en algunas calles de Tokio esto está prohibido, porque aunque sea un espacio abierto, de todas maneras daña la salud.

Las leyes se han puesto mucho más drásticas y las restricciones contra las compañías tabaqueras y fumadoras han aumentado.

Actualmente es casi cultura general no fumar cerca de embarazadas, niños o bebés. Pero aún hay muy pocos que piensan en la salud de las mascotas y lo mal que les hace el humo de cigarrillo.

Según un estudio realizado por la Universidad de Glasgow, las mascotas de fumadores tiene más riesgos a la salud que la de los no fumadores. Además se analizaron los niveles de nicotina en la piel de estos animales y se evidenció que son mucho más propensos a enfermarse como consecuencia de ella.

Por lo tanto tienen mayores daños celulares, más riesgo de cáncer y aumentan de peso. Los perros de hocico largo como los pastores o los galgos puedes desarrollar alergias y sinusitis, mientras que los de hocico corto como los pugs o bulldogs se asfixian con el humo denso, ya que su hocico les limita la capacidad de tomar oxígeno.

Los gatos por su parte presentan un riesgo aún mayor debido a su nivel de autohigiene, ya que suelen absorber más toxinas del medio ambiente por lo que el humo se impregna mucho más fácil en su piel y nariz.

Aunque se fume en lugares abiertos, las mascotas también son fumadoras pasivas y hasta inhaladoras de “humo de tercera mano”, que implica que tocan y conviven con objetos impregnados de humo de trabajo como jarrones, marcos y paredes.

Por el momento la única recomendación es que si amas realmente a tu mascota, entonces dejes de fumar completamente. Su organismo es mucho más sensible que el nuestro y el tabaco puede acabar con su vida.

Si de verdad te interesa la salud de tu mascota entonces comienza a cambiar tus hábitos.