Estos Perros Sufren Por Ser De Raza: Forzados A Morir Por Culpa De La Vanidad De Los Hombres

Malena cuenta que rescató a Mope del infierno en la que se encontraba. “Ella tiene 12 años de edad y todavía tiene leche en sus mamas porque ha sido forzada a ser una máquina de hacer cachorros”.

Según los veterinarios, lo ideal es que una perra tenga cachorros tres veces en nueve años si es que los dueños quieren tener descendencia; pero esto no es respetado por aquellas personas que se dedican a la venta de cachorros de raza.

La perritas sufren de anemia, perdida de dientes, osteoporosis, problemas renales y hepáticos sólo por llenar el bolsillo de quienes la compraron. De igual forma, sufren el desgaste físico provocado por los repetidos partos que deben experimentar, mientras son inseminadas por medio de aparatos especiales.

Desechadas si no puede reproducir

Las organizaciones dedicadas al rescate de animales han señalado que las perras destinadas a la reproducción son arrojadas a la calle cuando se enferman y ya no pueden quedar preñadas. Todo por el lógico desgaste de los partos y por amamantar a tantos cachorros.

Lamentablemente es un negocio que esconde la realidad de la condición en la que viven estas verdaderas fábricas de cachorros que son vendidos en altas sumas de dinero. Ellas están destinadas incluso a morir por ser de raza.


Los veterinarios hemos visto a perras sobreexplotadas para tener cachorros y que padecen un tipo de sarna llamada demodécica. Ésta se transmite la madre y tiene consecuencias como la alopecia”, señala el veterinario Enrique Zaldívar.

Falta de leyes para castigar el maltrato

Existen estamentos jurídicos que regulan o prohíben este tipo de actividad económica en muchos países del mundo. Pero la fiscalización se vuelve prácticamente imposible. Los dueños de este negocio comercializan los cachorros anónimamente para evitar las denuncias.

Así lo indica Patricia Baracatt de la Brigada de Delitos Medio Ambientales y Contra el Patrimonio Cultural de la Policía de Investigaciones (PDI) en Chile. “Uno de los mayores inconvenientes es la inexistencia de instituciones estatales a donde poder trasladar a los animales incautados luego de verificar el delito y las malas condiciones a las que son forzadas a vivir“.

La existencia de entidades públicas que se puedan hacer cargo de los animales incautados es casi nula. Al final, debemos recurrir a los mismos denunciantes o a las agrupaciones animalistas para ver si ellos se pueden hacer cargo de esos animales mientras termina el proceso judicial para luego ser reubicados. Es muy complejo disponer del animal porque justamente no hay un lugar establecido donde puedan ir. La fiscalía y la PDI no cuenta con recursos, ni infraestructura para cuidar a los animales“.

Nosotros como PDI buscamos siempre a agotar todas las posibilidades. Tratamos de que el animal salga del lugar  donde está siendo maltrato o vulnerado”.

El país aprobó una nueva normativa que regula el trato que reciben los animales de criaderos. Los dueños deben inscribir debidamente los recintos y asegurar que mantienen a sus animales en buenas condiciones. De hecho, la mayor cantidad de denuncias que recibe la PDI viene desde los mismos clientes de esos criaderos. Gracias a ellos, se exterioriza la situación, sobretodo que el cachorro que compraron fallece de forma súbita y sin razón aparente.

Al recibir una denuncia por presunto maltrato animal, el personal de Investigaciones llega hasta el criadero y realiza una visita de inspección junto a un veterinario. Ya en el lugar comprueban el delito a ver el tamaño de las jaulas y la apariencia física del animal, avalado por el examen clínico.

Cuando se constata un delito vinculado al maltrato animal, se procede a la detención de los dueños o las personas a cargo del lugar. También se incautan a los animales y son llevados a un lugar hasta que termine el proceso judicial.

En Chile, la pena para este tipo de delitos puede ser de 61 días hasta los 3 años de cárcel o una multa de hasta 2.300 dólares. Si es reiterado y los animales siguen con las mismas condiciones de cuando fueron hallados inicialmente, el tribunal puede resolver prohibir la tenencia de mascotas y la imposibilidad de poder participar en actividades relacionadas con animales.

Si el animal está sufriendo de algún tipo de agresión o muere, se puede decretar la prohibición de tenencia de animales al responsable”.

A pesar de los esfuerzos de todos, el maltrato a los animales de criaderos representa un tema que debe seguir siendo tratado. Las regulaciones jurídicas en torno a los criaderos son una cosa, pero aún falta generar consciencia sobre la importancia de adoptar animales callejeros.