Hombre Paga 40 Mil Dólares Por Cazar un Elefante Y Quedarse Con Su Cabeza Como Recuerdo

Fue PETA quien publicó el video donde Aaron Raby de California, Estados Unidos caza a un elefante en Sudáfrica y luego posa con su cadáver. Todo para apurar la ley que prohibe la posesión de animales africanos en peligro de extinción.

Aaron Raby no lo ha pasado bien por estos días y es que todo acto tiene consecuencias y uno tan nefasto como el de dispararle a un elefante sudafricano en diciembre del 2019, sí que las tiene.

Raby es operador de grúas pero pagó 30 mil dólares por cazar un elefante más 10 mil dólares extra por poder quedarse con su cabeza como un trofeo.

El video compartido por PETA muestra al elefante caminando por una zona de caza cerca del Parque Kruger donde estos animales gozan de protección, pero no hay nada que delimite ambas áreas por lo que cuando un animal cruza el terreno puede ser cazado sin más.

Raby apunta y dispara. E elefante cae de rodillas y ahí un grupo de cazadores da 4 tiros de gracia al paquidermo. luego todos posan junto al animal y Raby habría comido un trozo de su carne tras matarlo que al parecer fue acompañado de tomate y aguacate.

La intención de PETA al compartir este video es que se apure una ley en el estadod e California que prohiba que los cazadores importen y se queden con trofeos de sus animales muertos. La ley ya fue aprobada por el Senado estatal y ahora se busca que se discuta en la Asamblea.

Raby ha viajado por el mundo cazando animales sólo por placer y ahora se queja de discriminación debido a las críticas que le han llovido en redes sociales. El hombre comentó que si se aprueba la ley en cuestión, él se irá de California.

«No entiendo porqué la gente se mete en este asunto, que es sólo mío. Lo que hice fue legal. No rompí ninguna ley. Van a poner un veto por culpa de un grupo de lloricas que no les gusta cazar».

Aaron Raby a LA Times

Esperamos que junto con la aprobación de la ley, Raby reciba un castigo por el daño a tantos animales.

Nadie le devolverá la vida a ese elefante, pero es necesario que la gente se una para alzar la voz por estos hechos ya que sólo la presión social puede facilitar las cosas en cuanto a la protección de los animales.