La Adicción Al Celular Ha Provocado Un Aumento En Las Enfermedades Mentales

Desde que las pantallas invadieron nuestro día a día, nos alertaron que lo más recomendable era no permanecer mucho tiempo frente a ellas por los daños provocados a la visión y al cerebro. Sin embargo, mirar el celular cada 5 minutos se ha convertido en una acción demasiado cotidiana y es que tener la posibilidad de llevar este aparato a todas partes y poder hacer lo que se nos ocurra con ellos, se nos ha escapado un poco de las manos.

Los smartphones son, sin duda, útiles máquinas de comunicación que nos sacan de apuro en más de una ocasión, pero lamentablemente cada vez nos afectan más.

El problema está en que le damos más uso del indicado, pasar horas y horas frente a esta pequeña pantalla ha aumentado los niveles en enfermedades mentales, según un estudio del King’s College London.

El estudio analizó a más de 41 mil jóvenes de Inglaterra y los resultados le atribuyeron enfermedades como la depresión, la ansiedad, el estrés y algunos trastornos de sueño al uso de este aparato.

El 23% de la muestra del estudio está diagnosticada con ansiedad, la cual se ve reflejada cuando no encuentra el celular. Lo que los desconcierta y les genera un bajo rendimiento académico, además de una inexplicable necesidad del uso del celular

El estudio también determinó que aquellas personas que tienen 30 años o más son menos propensos a desarrollar esas afecciones o dependencias, ya que no nacieron “con uno en la mano”.

Hasta el momento, no se ha determinado si la afección la produce el aparato en sí o las aplicaciones que se descargan en él.

Lo que sí se ha podido demostrar es cómo el uso de estos aparatos electrónicos afectan la vida diaria, a través de la ansiedad y otras afecciones mentales. Por lo mismo, se recomienda realizar otro tipo de actividades y desprenderse un poco de la tecnología.

Por el momento es importante crear consciencia sobre el uso y la necesidad de los smartphones, sobre todo en los más jóvenes quienes caen ante sus encantos y dejan de lado otras actividades que les benefician mucho más, como la recreación deportiva o cultural.