Tienda Vende Mascarillas De Piel De Pitón Y Cocodrilo. Sus Precios Van Desde Los 90 Dólares

«Algunos quieren estar a la moda incluso durante la pandemia, así que quiero darles opciones» declaró el dueño de All American Gator Product, Brian Wood.

La crisis sanitaria ha sacado a flote muy buenas ideas de emprendimiento y otras muy criticadas, al borde de lo ético.

Una empresa estadounidense llamada All American Gator Products del estado de Florida fue fundada en 1989 y es una de las manufactureras de piel de reptiles más longeva de ese lugar.

Hoy han sacado a la venta un cuestionado producto hecho con piel de reptiles, su especialidad. Este producto se ofrece en piel de iguana, cocodrilo y serpiente pitón birmana que en ese lugar es considerado como invasora y afecta la vida salvaje de los Everglades, el mayor parque natural del estado de Florida.

«La gente debe cubrirse la boca y, desafortunadamente, la situación podría durar mucho más de lo que pensamos. Algunos quieren estar a la moda incluso durante la pandemia, así que quiero darles opciones».

Brian Wood, dueño de All American Gator Products, al Miami Herald

Las mascarillas de pitón que cuestan 90 dólares, no previenen del contagio por COVID-19 pero tienen un bolsillo para ponerles un filtro que podría ser de género u otro material ya que el de uso quirúrgico está siendo muy demandado.

Las mascarillas vendran en varios colores y tendrán agujeros con anillos de metal para darles un toque chic. Además se fijaran con un velcro.

«Los diseños todavía están en su fase inicial y quiero aprovechar el stock que tenemos aquí, que no solamente es de piel de pitón, sino que también de caimán y cocodrilo».

Brian Wood, dueño de All American Gator Products, al Miami Herald

Sin duda mascarillas que apuntan a un sector socioeconómico dispuesto a poner en peligro la vida animal por tener algo exclusivo. Hay que tener en cuenta que todo parte de un empresario sin escrúpulos que ha hecho de la matanza de animales para quitarle su piel y convertirlas en objetos de lujo, su vida.

La estética no debería ser un buen argumento para acabar con la vida de los animales. Hoy es tiempo de cambiar y esperamos que la mayoría lo haga.