Cómo Criar A Tus Hijos Con Un Padre Ausente

En el mundo occidental cada vez aumenta más la proporción de familias monoparentales y, en consecuencia, cada vez hay más niños que crecen sin una madre o -más comúnmente- un padre. Es una condición que no está exenta de retos y dificultades que necesitan atención.

Aunque a veces puede ser fruto de la elección, el aumento de los divorcios y tragedias como la viudez son factores importantes en la configuración de las familias monoparentales. Esto puede tener impactos emocionales en los niños y en la sociedad.

Aunque en una sociedad machista como la nuestra es la madre quien suele asumir el peso de la crianza, la educación y la orientación del hijo, que el padre esté ausente puede generar un enorme vacío emocional. Esto ocurre especialmente cuando se trata de un padre fallecido o que evita hacerse responsable de sus hijos, pero puede ser devastador incluso cuando la conexión emocional es la que falta.

En la ausencia física tanto como la emocional, los efectos del desarrollo y equilibrio emocional de los niños pueden llegar a ser preocupantes.


Tener un padre ausente

Excepto en casos de familias extendidas, donde parientes pueden asumir el rol del padre ausente, los niños que crecen sin padre podrían desarrollar algunos trastornos de conducta debido a su urgencia por esconder sentimientos de infelicidad, abandono, ira o miedo.

Algunas de estas consecuencias pueden ser:

  • Dificultades para socializar y relacionarse con otros niños
  • Baja autoestima y vacío emocional
  • Déficit atencional y bajo rendimiento escolar
  • Idealización del padre y degradación de la madre
  • Agresividad o incluso ansiedad y depresión
  • Miedo al abandono, aislamiento social o conductas dependientes
  • Menor autocontrol
  • Abuso de drogas y sustancias

La tarea de crianza es muy difícil cuando recae en un solo progenitor, por lo tanto es necesario que los niños reciban refuerzos positivos para que crezcan felices y sanos.

A continuación te entregamos algunas recomendaciones que pueden ayudarte en el proceso de criar un hijo en una familia monoparental.


Busca apoyo de tu familia

Si hay alguien cercano que te pueda apoyar activamente en la crianza, acude a esa persona. Un abuelo, un tío o una tía pueden llenar el vacío emocional que podría generar la ausencia paternal.



Pide ayuda psicológica

Nunca temas acudir a un profesional que te pueda ayudar a encausar las consecuencias de la ausencia paternal o los problemas que puedan surgir en la relación con tu hijo.


Intenta no culpabilizar o desacreditar

Cuando existan momentos de tensión, intenta no culpabilizar ni al padre ausente ni al niño, pues no lograrás nada positivo. Muchas veces los niños se sienten culpables de que el padre esté ausente, aunque no tengan responsabilidad alguna en ello.


No hagas comparaciones

No compares a tu familia con una con dos progenitores, porque es probable que el niño ya lo haga. Estas comparaciones lastiman, ahondan las heridas y generan frustración.


Ten reglas claras y flexibles

Cuando criamos solos, a veces podemos irnos a los extremos: o ser muy laxos o muy estrictos con las normas. Ningún extremo es bueno para los niños, lo mejor es tener reglas claras pero que puedan adaptarse a las circunstancias para que garanticen el bienestar familiar.


Dedícale tiempo a tus hijos

Si no tienes a alguien con quien compartir las responsabilidades, seguramente habrá una sobrecarga. Pese a ello, siempre intenta reservar un tiempo para compartir y disfrutar con tus hijos. Pasear, leerles un cuento o estudiar con ellos, cualquier momento por corto que sea les ayudará.


Mucha tolerancia y paciencia

Tolera y ten paciencia contigo misma y con tus hijos, e intenta aceptar los momentos difíciles. Es imposible que llenes los dos roles, pero siempre puedes dar lo mejor de ti y eso tu hijo lo valorará. Siempre se puede resolver más adelante lo que no salga bien hoy


Además, nunca te cierres a la oportunidad de reconstruir tu vida amorosa. Nunca será una decisión sencilla, pues quien se acerque a ti deberá entender las condiciones de tu familia y el rol que deberá asumir en ella.

Pero no te niegues a ser feliz con una nueva pareja. Esto además podría ayudar a tu hijo a reestructurar vínculos y afectos con su figura paterna.